Juan Morenilla - twitter

2022-05-25 09:17:59 By : Mr. A lbert

¿Se puede firmar una de las peores vueltas de su carrera y sin embargo acabar con el reconocimiento y el aplauso del mundo del golf? Sí, si hablamos de Tiger Woods. De este Tiger Woods. El campeón de 15 grandes, de 46 años, sufrió este sábado como pocas veces en un campo, en la tercera jornada del Campeonato de la PGA, segundo grande de la temporada, en el tortuoso recorrido de Southern Hills, en Tulsa, Oklahoma. Un sufrimiento por su maltrecho estado físico que ha acabado en retirada del torneo. El Tigre no competirá este domingo, lo que supone su primer adiós anticipado de un grande en su carrera profesional.

El Tigre arrastra una carrocería muy lastimada. Cinco operaciones de rodilla, cinco de espalda, y una gravísima fractura de la pierna derecha hace poco más de un año en un accidente de tráfico han acabado en un hombre cojo. Literalmente, Tiger Woods no puede caminar sin que se aprecie una evidente cojera, un gesto forzado de la cadera, el dolor reflejado en su cara. Hacerlo durante cinco horas en un campo de golf, con sus subidas y bajadas, durante varios días seguidos y con el esfuerzo físico que requiere el movimiento del swing, lleva a Woods a un auténtico calvario. Si las condiciones se ponen además en su contra, como este sábado en Southern Hills (viento, frío, lluvia, una salida temprana que no le permitió mucho calentamiento...), el suplicio pasa a pesadilla. Tiger remó y remó el viernes para pasar el corte en el segundo grande seguido que disputaba, tras un 47º puesto en el Masters, el primer torneo que jugaba en más de 500 días, y el esfuerzo titánico le pasó factura. Fueron nueve golpes sobre el par, para un total de +12, en la cola del pelotón entre los que pasaron el corte. El chileno Mito Pereira es el líder a falta de la última ronda con -9 (birdie en el 18), por el -6 del estadounidense Will Zalatoris y el inglés Matt Fitzpatrick (ninguno de los tres tiene una victoria en el circuito americano).

Tiger starts his weekend in Southern Hills.@TigerWoods | #PGAChamp pic.twitter.com/wE4yT9iXjK

Los 79 golpes que entregó Tiger son su peor vuelta en el Campeonato de la PGA, la tercera más elevada en su imperial trayectoria en los grandes (después de los 81 del Open Británico de 2002 y de los 80 del US Open de 2015) y la quinta peor de toda su carrera. Y aún así, el público y sus compañeros reconocieron el enorme mérito del campeón por seguir compitiendo hasta el final de la ronda pese a sus evidentes gestos de dolor. Y hasta ahí llegó. El PGA confirmó la retirada del Tigre. En el horizonte aparece el US Open de junio y, sobre todo, un Open Británico muy especial en julio, la 150ª edición del grande europeo, en la cuna escocesa de Saint Andrews, un recorrido más plano que puede conceder un respiro a las castigadas piernas del Tigre.

“Es increíblemente resistente. Sufre en cada swing, pero es el mejor profesional. Si hubiera sido yo, me habría planteado retirarme e irme a casa, pero Tiger es diferente. Ha sido un esfuerzo monumental”, explicó McIlroy, su compañero de ronda los dos primeros días.

Dos grandes y dos cortes pasados. Hay que ser de acero para conseguir la machada de Tiger en el Masters y el PGA. Con un físico que seguramente se encuentra al 50% de la capacidad que podría adquirir con más rodaje y rehabilitación (y más baños de hielo), la superación de obstáculos solo se explica desde una fortaleza mental única. “Ya he ganado un grande cojo”, se dijo a sí mismo Woods, recordando el US Open de 2008 que venció con los ligamentos destrozados. Y así su mente le obligó a seguir, a empujar.

Hasta llegar a este sábado en el que el suplicio se hizo casi insoportable. Un bogey en el segundo hoyo, con la bola al agua, avanzaba el paso por el dentista. Frío, dolor, humedad... El triple bogey en el seis, dos golpes de más en el siete y el nueve... seis golpes sobre el par en los nueve primeros hoyos. Y más bogeys en el 10, 11, 12, 13... cinco bogeys consecutivos en un grande. Impensable para un Tiger que resistió y acabó escribiendo una oda al sufrimiento. El birdie del 15 lo celebró casi como una liberación.

No solo fue un día para el sufrimiento de Tiger. Jon Rahm también pasó por la sala de operaciones de Southern Hills. Seis bogeys (tres en los nueve primeros hoyos y otros tres en los segundos) engordaron su tarjeta hasta ocho sobre el par, a lunas de la cabeza. Muchos escalones por encima del vasco, el catalán Adri Arnaus está brillando en apenas el tercer grande que disputa a los 27 años, después de estrenarse en el circuito europeo con su victoria en el Campeonato de Catalunya. Con dos birdies en los hoyos dos y cinco, se abrió paso entre los 10 mejores de la clasificación, pero la jornada se le empinó con dos bogeys en los hoyos 15 y 17 para firmar el par en la jornada y también en el total.

Clasificación completa del PGA.

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Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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